La verdadera historia de mi gata

Esta historia es verdad si no me creeis preguntarselo a saky va por capitulos.

Todo comenzó asi

La sorpresa

Hola me llamo patpi y esta historia es tan real como la vida misma. Esto ocurrió en el mes de Octubre, el dia 10.
Yo volvía despues de terminar el instituto, como siempre. Deje las llaves en mi habitación, guardé la mocjila en el armario y me puse las zapatillas de estar por casa.

Cuando mi madre, que es taba en la cocina me llamó:

-Patpi, ven corre- grito muy alterada

Cuando entré en la cocina observé que mi madre llebaba puesta ropa de calle y le pregunté:

-¿Mamá, piensas salir?-dije extrañada.

-No, es que acabo de llegar de la calle con papá.-dijo con voz nerviosa.-acompañame al balcón que hay algien que quiere conocerte.

-AH !, ¿quién es?.- pregunté

-Tú ven.- insistió

Cuando me acerqué al balcón las cortinas tapaban los cristales, la luz pegaba fuerte y las sombras se proyectaban como un teatro. Corrí las cortinas y vi sentada en un cojin a una pequeña gatita de unos dos meses con los ojos entre abiertos y con carita de sueño, tumbada en el cojin del sofá.

-¿Que te parece?.- me preguntó me pregunto mi madre con un tono alegre.

-! QUÉ MONA ES ¡- dije muy sorprendida.

Yo solo tenía ganas de cojerla pero mi madre me sugirió que la dejara dormir para que se le pasaran un poco los nervios. En lugar de ello me dedique a obserbarla mientras dormia. Tenia el pelaje de tres colores, negro, blanco, y naranja, los ojos eran muy semejantes a los de las serpientes y su nariz era rosada como el color de mi bestido.

Al cabo de media hora la gatita se desperto, abrí la puerta del balcón y la cogí en brazos.

No pesaba nada, y ella me miraba con carita de tener tantas preguntas que queria resolber. Mela llevé a la cocina y le dí una loncha de jamon york. Cuando quise darme cuenta la loncha habia desaparecido de mi mano y la gatita se relamia muy sospexosamente . Despues de ese marabilloso festín era la hora de su postre como no un poquito de leche.
Cuando terminó la leche cojí el cepillo que mi madre le había comprado y le cepillé el pelo. Lo tena algo enredado pero el esfuerzo mereció la pena. Cuando terminé ella se sentia mucho mejor y empezó a correr por ahí, imbestigando su nuevo hogar y la gente que a partir de entonces la iba ha cuidar y a querer muchisimo.
Mi hermana, seguía en el colegio, mi madre estaba en la cocina, mi padre limpiando y yo no podía separarme de ella.

Este capitulo se a echo largo pero el siguente tratara de el nombre de la gatita, asta la procsima. Un beso

la:patpi

Esta interesante ...jeje


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